A veces, el acoso y el ciberacoso se describen como algo de lo que realmente no deberíamos preocuparnos, o algo que es parte del desarrollo “normal” de los/as niños/as. Otras veces se definen como “emergencias sociales” fuera de control. ¿Dónde está la verdad? ¿Cuán generalizados son estos fenómenos en nuestras escuelas?

Responder a esta pregunta no es fácil, porque su prevalencia varía en función de distintos elementos, incluido el contexto nacional y local en el que se evalúan, los instrumentos que se utilizan para recopilar información sobre ellos y el marco temporal al que se refiere la pregunta de victimización (no es lo mismo preguntar, por ejemplo, cuántos episodios han vivido “durante el año escolar actual” o “en los últimos tres meses”).

Un informe reciente sobre la violencia escolar emitido por la Unesco (2019) ha informado sobre las estimaciones de la prevalencia de victimización por acoso derivada de diferentes encuestas a gran escala, incluida la encuesta ‘Health Behaviour in School-aged Children’ (HBSC o en castellano: Estudio sobre conductas de los escolares relacionadas con la salud) y la Global School-based Health Surveillance System’ (GSHS, en castellano: Encuesta Mundial de Salud a Escolares). En promedio, las estimaciones han revelado que aproximadamente el 25-30% de los niños informan haber sido intimidados.

Específicamente, del 5 al 10% de los estudiantes informan ser víctimas de acoso escolar con mucha frecuencia (es decir, semanalmente o con una frecuencia mayor). Las estimaciones de prevalencia de victimización por ciberacoso se sitúan alrededor del 10%.

Este último porcentaje incluye tanto a las víctimas de ciberacoso “puro”, que siguen siendo una minoría, como a los niños y niñas que sufren ambas formas de acoso, tradicional y online.

Estudiantes víctimas de acoso y ciberacoso

Imaginemos lo que esto podría significar en el mundo real.

Más allá de las estadísticas, los datos de prevalencia nos dicen que en un aula promedio de 20 estudiantes, aproximadamente 5 o 6 estudiantes podrían ser víctimas durante sus años de escolaridad y 1 o 2 de ellos podrían ser acosados con mucha frecuencia.

Leyenda: las figuras de color rosa indican los/as estudiantes que son víctimas potenciales del acoso en la clase y las de color rojo son los/as estudiantes que pueden ser acosados/as con mucha frecuencia.